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Conozca a la audaz cofundadora de Fulcro
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, en Fulcro destacamos el equipo de mujeres fuertes, talentosas y apasionadas que se esfuerzan todos los días, siempre anteponiendo a sus clientes.
De hecho, Fulcro no sería la compañía que es hoy si no fuera por su legendaria cofundadora, Amalia Rosa Fernández (Rosita), quien fundó la compañía junto con Ramón Pérez (Tony) en 1981 bajo el nombre de First Insurance Group, una de las primeras firmas de corretaje de seguros en Puerto Rico.
Oriunda de Santiago de Cuba, el viaje de Rosita desde su isla al comienzo de la revuelta de Castro no fue fácil, pero los desafíos que enfrentó le inculcaron aún más un conjunto de valores inquebrantables que luego se convirtieron en los pilares de los cimientos de la empresa: Integridad, Respeto, Servicio, Confianza y Familia. “Se necesita confianza real, respeto profundo, tener en cuenta los mejores intereses del cliente, que es la esencia del servicio, y ser honesto”.
Antes de su retiro, reforzó uno de sus proyectos favoritos, la educación continua para profesionales de seguros, con el surgimiento de una nueva generación de graduados en seguros en Puerto Rico, quienes también ocuparon puestos de las compañías de seguros de la isla.
Después de jubilarse hace dieciséis años, Rosita distribuyó la imagen de un árbol como símbolo de Fulcro Insurance e incluyó un testamento poético para todos sus empleados, que leía: “Fulcro fue sembrado por dos personas con el sueño de que diera frutos y durara, capaz de soportar épocas de lluvia y, en ocasiones, de sequía. A través de todos los cambios de estaciones y hojas, nuestro árbol simplemente ha crecido, y sus raíces ahora están firmemente asentadas en el suelo, inmunes a todos los peligros y tormentas”.
Aunque Rosita está retirada desde 2004, sus enseñanzas de perseverancia y los sólidos principios que plantó fueron como semillas sembradas que crecieron en las raíces de la empresa y germinaron como frutos. Su vida y servicio inspiraron no solo a otras mujeres de la industria, sino a toda la familia de Fulcro.